¿Y tú para cuándo te casas?
¿Y los niños?
¿Y cuándo os vais a comprar algo ya en propiedad?
¿Y ese coche viejo, no lo vais a cambiar?
Estas frases no necesitan explicación si has crecido en España. Te las habrán dicho en más de una sobremesa de domingo, entre cafés y comentarios que pretenden ser cariñosos pero que llevan consigo toda una carga de presión, de expectativas… y de juicio.
En algunos contextos más modernos parece que nos hemos liberado un poco. Pero en muchos otros, aún pesa como una losa la idea de que hay una forma correcta de vivir la vida. Y no solo eso: que todo lo que se salga de ese guion preestablecido es raro, inmaduro, irresponsable o triste.
El guion de la vida “correcta”
Naces, estudias, trabajas, te compras un coche, te casas, tienes hijos, compras una casa, te vas a la playa en agosto.
Todo esto con cara de éxito. Con pareja estable. Con un trabajo que suene bien. Con hijos que no den mucho la lata.
Y si no estás cumpliendo con alguna parte de ese esquema…
Tranquila, que alguien se encargará de recordártelo.
Pero, ¿quién escribió ese guion?
¿Quién decidió que solo hay una manera de tener éxito, de ser feliz, de estar “haciendo lo correcto”?
¿Quién dijo que hay que comprarse un coche antes de los 30, casarse antes de los 35 y tener hijos como reloj suizo?
¿Y por qué lo seguimos repitiendo?
Cuando la vida no cabe en una caja
La presión social no es solo externa. Poco a poco, se va filtrando dentro. Y sin darte cuenta, te encuentras dudando de decisiones que antes sentías claras. O cuestionándote por no estar “donde deberías”. Comparándote con personas que parecen haber seguido el camino tradicional… aunque tú no quieras ese camino.
Hay una mezcla de culpa, duda y sensación de ir tarde. Como si estuvieras jugando un juego con reglas que no elegiste. Y perdiendo.
Pero la vida no es una lista de tareas. No es un Excel con casillas para ir tachando en orden.
Es un proceso profundamente personal.
Y cada quien tiene su ritmo, sus motivos, sus prioridades.
El valor de elegir distinto
Decidir no comprarte un coche si no lo necesitas.
No casarte si no lo sientes.
No tener hijos porque simplemente no es tu camino.
Cambiar de país. Volver a estudiar. Montar algo por tu cuenta.
O incluso quedarte donde estás porque eso es lo que ahora te hace feliz.
Todo eso también es válido.
Lo verdaderamente valiente no es seguir el guion.
Es escribir el tuyo propio.
Aunque te miren raro. Aunque pregunten. Aunque no lo entiendan.
Cómo soltar la presión (sin tener que discutir con la tía del pueblo)
🌱 Pon conciencia a las preguntas que te hacen (y a las que tú también haces)
Muchas veces repetimos lo que hemos escuchado sin pensar en el impacto que tiene. ¿Y si en vez de preguntar “para cuándo te casas?” preguntáramos “cómo estás realmente”? ¿Y si tú, cuando escuchas esas frases, en lugar de responder con culpa, respondieras con claridad?
🌱 Recuerda que no le debes explicaciones a nadie
Tu vida no necesita aprobación externa. Cada decisión tiene su porqué, aunque los demás no lo vean.
🌱 Rodéate de gente que también esté saliéndose del molde
No estás sola. Cada vez somos más los que elegimos caminos menos tradicionales. Y compartirlo alivia.
🌱 Haz las paces con no encajar en lo esperado
La libertad no está en hacer lo que “se supone que hay que hacer”, sino en hacer lo que realmente quieres hacer.
🌱 Revisa tus propias creencias
¿De verdad quieres eso que todos repiten… o lo querías porque creías que era lo correcto?
Y ahora dime…
💭 ¿Qué parte del guion tradicional sientes que no encaja contigo?
💭 ¿Qué presión social has sentido últimamente que ya no quieres seguir cargando?
Nos leemos el próximo domingo,
💛Teresa
tengo 35, no tengo trabajo hace 4 meses. es como empezar de 0, empezar de nuevo. Tengo muchas ideas, creatividad no me falta, pero me faltan oportunidades.
Saludos, buen material. gracias
Has descrito a la perfección algo que me da pánico - vivir una vida guionizada.
Dejando de lado lo que la gente te pueda decir, que es algo que es muy difícil de cambiar, tienes que enfocarte en como te afectan estas preguntas.
Cada uno vive su vida de la manera que quiere, y ahí está la clave. Si tienes dudas de lo que tienes que hacer, haz lo que te hace feliz - ahí nunca te vas a equivocar.
Y olvídate del ruido de fondo.