Asumir la responsabilidad: salir del rol de víctima para recuperar(TE)

El refugio que te atrapa.

Salir del rol de víctima: cuando dejar de culparte te cambia la vida

¿Te has pillado alguna vez diciendo cosas como…?
“Es que claro, con este jefe…”
“Yo así no puedo avanzar, no depende de mí.”
“Siempre me toca lo más difícil.”
“Es que no me entienden, no se puede con esta gente.”

Todas esas frases, aunque puedan tener algo de verdad… parten del mismo lugar: el rol de víctima.
Y hoy quiero hablarte de eso, sin juicio, sin reproches. Con honestidad y compasión.

Porque todos —sí, todos— hemos caído ahí alguna vez.

¿Qué es realmente el rol de víctima?

Es ese lugar en el que, sin darnos cuenta, nos instalamos cuando sentimos que no podemos cambiar las cosas. Cuando nos parece más fácil señalar fuera que mirar dentro.
Y ojo: no hablo de situaciones graves donde ha habido abuso, violencia o dolor real.
Hablo de lo cotidiano.
Del día a día.
Del trabajo que no te llena pero “es lo que hay”, de la relación que no funciona pero “el otro no cambia”, de las decisiones que no tomas porque “la vida no te lo permite”.

Es un lugar conocido, casi cómodo.
Pero también es un lugar donde dejamos de ser protagonistas.
Y donde, sin darnos cuenta, perdemos poder.

Por qué nos quedamos ahí

Porque es más fácil culpar que responsabilizarse.
Porque da miedo mirar dentro y descubrir que, en realidad, tenemos margen de maniobra.
Porque, a veces, asumir el control implica tomar decisiones difíciles.
Y sí, porque también recibimos cierta atención o compasión cuando nos mostramos como víctimas.

El problema no es haber estado ahí.
El problema es quedarnos más tiempo del necesario.

El precio de vivir desde ese rol

Cuando vivimos en el rol de víctima:

• Perdemos energía intentando que el mundo cambie.

• Nos desgastamos en conversaciones que no llevan a nada.

• Reforzamos una narrativa donde somos pequeños, sin capacidad de acción.

• Y lo más grave: terminamos creyéndonoslo.

Porque si repites una historia muchas veces… acabas viviendo dentro de ella.

¿Cómo empezar a salir del rol de víctima?

🌱 1. Reconócelo sin culpa
La salida empieza cuando te pillas en medio de esa narrativa. Sin juzgarte. Sin machacarte.
Solo mírate con amor y di: “Vale, me estoy colocando ahí. ¿Qué necesito?”

🌱 2. Cambia el lenguaje
Las palabras importan.
Cambia el “no puedo” por “elijo no hacerlo ahora”.
Cambia el “esto me pasa a mí” por “¿qué puedo hacer yo con esto?”.
Recuerda: no se trata de forzarte al positivismo, sino de recuperar fuerza.

🌱 3. Responsabilízate (que no es lo mismo que culparte)
La responsabilidad es libertad.
Cuando asumes tu parte, coges el toro por los cuernos.
No todo depende de ti, pero tú sí puedes decidir qué haces con lo que te pasa.

🌱 4. Observa el patrón emocional
¿Hay un momento en el que siempre te colocas en ese rol? ¿Con ciertas personas? ¿En ciertas situaciones?
Cuanto más identifiques el patrón, más podrás interrumpirlo.

🌱 5. Pregúntate: “¿Qué puedo hacer distinto?”
En lugar de repetir la historia, prueba a girarla.
¿Qué haría hoy una versión tuya más libre, más conectada, más valiente?

Recupérate a ti

Salir del rol de víctima no significa que todo se resuelva inmediatamente.
Significa que dejas de mirar hacia afuera esperando que cambie el escenario…
y empiezas a mirar hacia dentro, reconociendo que puedes cambiar tú la forma en la que estás afrontando tu vida.

Y eso… ya lo cambia todo.

Porque cuando dejas de buscar culpables y empiezas a hacerte preguntas reales…
cuando dejas de esperar que el otro entienda, actúe, reconozca, ceda…
cuando eliges moverte aunque sea un paso pequeño…
entonces estás volviendo a ti.

Estás volviendo a tu lugar.

Estás saliendo de la espera.

Y eso, querida, es un acto profundamente valiente.

Y ahora dime…

¿Qué pasaría si, en lugar de esperar que las circunstancias cambien, decidieras ser tú quien dé el primer paso hacia el cambio?

Nos leemos el próximo domingo,

💛Teresa

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